Tuve muy poca relación con el deporte. No sé por qué, ni siquiera me resultaba atractivo. Lo único que hacía cuando era más joven era aeróbic. No sé si a eso se le puede llamar deporte, pero bueno. Curiosamente, fui durante mucho tiempo, casi seis años, y déjame decirte que siempre fue liberador. La música y el baile son una buena combinación, así que no es de extrañar que me guste. Si la gente probara el aeróbic, se daría cuenta de que es totalmente genial y que se puede hacer como deporte. Cambiemos de tema. El deporte en primaria y secundaria era aún peor.
Quiero decir, especialmente en primaria. Odiaba las clases de educación física y siempre deseaba en secreto que se suprimieran. Nunca entendí por qué había educación física en la escuela primaria. Además, me daba miedo practicar delante de otros niños. Nunca se me dio bien la educación física. Lo heredé de mi madre. No sé qué pasó con eso. Por mucho que intenté arreglarlo, por desgracia nunca se me dio bien la educación física. Tampoco encajaba en el equipo.
Todos se burlaban de mí cuando saltaba sobre cabras. Porque en vez de saltarla con éxito, rodaba sobre la cabra como una serpiente. Pero debía de ser un espectáculo muy divertido. Bueno, el tiempo lo dirá y tendremos que reírnos de ello. Todo el mundo tiene algo que no se le da bien. Yo tampoco puedo hacerlo todo perfectamente. En mi clase había chicas a las que se les daba bien la educación física y las envidiaba mucho. Siempre estaban compitiendo y yo también quería participar. Pero, por desgracia, no se me daba muy bien. De todos modos, con el tiempo encontré mi camino en el deporte y ahora juego al voleibol de vez en cuando.